Las maldiciones suelen correr peor suerte que los insultos; ni siquiera suelen tener entidad para ser tratadas separadamente.
¿Qué es una maldición?
Una maldición es la expresión del deseo de que alguien sufra un daño, a veces el mal deseo es real, otras es solo una forma de demostrar enfado. La mayoría de las maldiciones son fórmulas fijas, vulgares y contundentes:
¡Vete a la mierda!
¡Que te den (por el culo)!
¡Jódete!
Otras son eufemismos, también fijados en algunas expresiones:
¡Que te den morcilla!
¡Ajo y agua!
El deseo negativo también puede personalizarse:
¡Así te rompas una pierna!
¡Ojalá se te atragante!
Más adelante estudiaremos cada grupo por separado, pero antes es necesario aclarar para qué se utilizan las maldiciones:
1 Para responder a ofensas graves, por ejemplo, para responder a un insulto. La reacción de muchos a un insulto es superar este con otro más enérgico *1 o con una maldición *2.
— ¡Qué tonto eres!
—Y tú eres imbécil. *1
— ¡Qué tonto eres!
—Vete a la mierda. *2
2 Para conseguir que alguien deje de molestarnos.
–Coge esto, ponlo allí… Ahora trae esto aquí…
—Vete a la mierda.
En este caso, se puede recurrir a fórmulas más suaves:
— ¿Cuándo vas a venir?
–No sé.
–Es que necesito saberlo porque tengo que hablar con…
—Déjame en paz.
— ¿Te vas a poner esta chaqueta o la otra?
–La otra.
–Pues esta te quedaría mucho mejor…
—Déjame vivir.
–¿Has cogido tú mis llaves?
–No, yo no las he cogido.
–Pues alguien tiene que haberlas cogido porque las llaves no tienen patitas y si no has sido tú ya me dirás quién ha sido.
—Déjame tranquilo / tranquila.
3 Para desahogarse, cuando se demuestra que una persona no tenía razón y nosotros sí *1 o cuando alguien a quien queremos mal (por rencor, por envidia…) resulta perjudicado *2.
–Sí tú tenías razón y Enrique no.
— ¡Que se joda! *1
Hace años que no me hablo con mi hermano, si ahora las cosas le van mal que se fastidie. *2