Pronombres personales átonos de complemento directo e indirecto

1 Presentación de los pronombres personales átonos de complemento directo e indirecto

Pronombres personales
de sujeto de complemento
directo
de complemento
indirecto
Yo Me Me
Te Te
Él Lo, le * Le, se
Ella La Le, se
Ello Lo Le, se
Usted Lo, la, le * Le, se
Nosotros Nos Nos
Nosotras Nos Nos
Vosotros Os Os
Vosotras Os Os
Vos Os Os
Ellos Los Les, se
Ellas Las Les, se
Ustedes Los, las Les, se

* Le puede usarse como pronombre de complemento directo referido a personas de género masculino. Se puede decir:

Lo he ayudado. (= He ayudado a Tomás.)

O:

Le he ayudado.

  • Los pronombres personales átonos de complemento directo pueden referirse a cosas.

Dámelo. (= Dame el lápiz.)

Lo he comprado en un mercadillo. (= He comprado el jersey en un mercadillo.)

O a personas:

Lo he visto en el cine. (= He visto a Andrés en el cine.)

La he ayudado a llevar las maletas. (= He ayudado a Raquel a llevar las maletas.)

  • Los pronombres de complemento indirecto se suelen referir a personas.

melo. (Me = a mí.)

Le he comprado un jersey. (Le = a ella.)

2 Posición de los pronombres átonos respecto al verbo

  • Los tiempos simples del indicativo siguen a los pronombres átonos.

Nunca me hacen caso.

Te ayudaré.

En la lengua formal, el pronombre puede seguir a los tiempos simples del indicativo, pero solo en algunos casos muy concretos.

  • En los tiempos perfectos del indicativo, los pronombres se unen al verbo auxiliar. El pronombre suele preceder al verbo auxiliar haber. Este tipo de pronombre se llama proclítico.

Lo habían pagado al contado.

Te he escuchado con atención.

  • En las formas simples de gerundio, infinitivo e imperativo, el pronombre sigue al verbo. Este tipo de pronombre se llama enclítico.

Es más fácil aprender una poesía recitándola varias veces.

Quererlo no es conseguirlo.

En infinitivo y gerundio perfectos, los pronombres siguen al auxiliar.

Hay que hacérselo saber.

Habiéndolo sabido antes, te habría podido avisar.

  • En las prohibiciones y en las oraciones subordinadas de subjuntivo, los tiempos verbales siguen a los pronombres.

No se lo des.

Le he pedido que me diese más tiempo para acabar el trabajo.

  • Con el infinitivo subordinado, siempre es posible la forma enclítica.

Quiero preguntarte una cosa.

Quiero ayudaros a los dos.

Pero hay otras posibilidades: cuando el infinitivo hace función de complemento directo, el verbo principal puede arrastrar los pronombres átonos.

Quieren hacerte daño. (Hacer es el c.d.)

Te quieren hacer daño.

No puedo cogerla, está demasiado arriba. (Coger es el c.d.)

No la puedo coger, está demasiado arriba.

Con verbos de mandato (mandar, ordenar, etc.), el infinitivo que sigue hace función de complemento directo. En este caso, un cambio en la posición del pronombre implica también cambio de significado (¿Quién manda? ¿Quién obedece?).

Mandé comprarle la casa. (= Mandé, no se sabe a quién, que comprase la casa de otra persona.)

Le mandé comprar la casa. (= Mandé a alguien que comprase la casa.)

Cuando el infinitivo hace función de sujeto, solo es posible la forma enclítica.

Es una nana preciosa y me gusta cantarla.

No es bueno tomárselas sin agua. (Las = las pastillas)

Las plantas están bien ahí; no conviene cambiarlas de sitio.

Cuando el infinitivo depende de verbos de movimiento (ir, venir, salir, etc.) o de verbos de impulso (aspirar, tender, etc.), el pronombre tiende a seguir al infinitivo.

Fueron a buscarlo.

Salieron a verlo.

Participan atletas magníficos en esta carrera, pero Ignacio aspira a ganarla.

No hay que darle importancia a esto, pero tendemos a dársela.

Sin embargo, son posibles dos formas de unión pronominal con la perífrasis ir a +infinitivo. En este caso, ir no es verbo de movimiento; forma parte de una perífrasis que expresa futuro próximo o intención de hacer algo.

Mi madre va a comprármelo.

Mi madre me lo va a comprar. (= Por ejemplo, un juguete)

Lo mismo ocurre con la perífrasis volver a + infinitivo.

La puerta se cerró y volvió a abrirse.

La puerta se cerró y se volvió a abrir.

Cuando el infinitivo hace función de complemento circunstancial (tiempo, finalidad, causa, etc.), solo es posible la forma enclítica.

Perdí el monedero al bajarme del autobús. (C.c. tiempo)

Trabajaba para pagarse los estudios. (C.c. finalidad)

  • En principio, cuando el gerundio aparece en perífrasis con el verbo estar, se construye con formas enclíticas o proclíticas.

Alguien estaba leyéndolo.
Alguien lo estaba leyendo.
(Lo = c.d.)

El profesor estaba dándoselas.
El profesor se las estaba dando.
(Las = c.d.)

En las perífrasis quedarse + gerundio hay que tener en cuenta que se forma parte dequedarse.

Manuel se quedó mirándolo unos instantes.
Manuel se lo quedó mirando unos instantes.

En las perífrasis con verbos de percepción (ver, escuchar, sentir, etc.), el pronombre átono de objeto directo suele referirse a este verbo y no al gerundio subordinado.

Yo lo vi hablando con ella.

(= Yo lo vi a él y él hablaba con otra persona.)
Otra cosa es si el pronombre átono se refiere al gerundio subordinado.

Yo lo vi pegándole una paliza a ella.

(= Él le pegaba una paliza a ella y yo lo vi.)
3 Orden y unión de los pronombres átonos

  • O todos van delante del verbo o todos van detrás de él.

melo.

No me lo digas.

  • Si van detrás del verbo se unen a él sin espacio (se trata de enclíticos).

Pídeselo a él.

Repítemelo otra vez, pero más despacio.

  • Si van delante del verbo se escriben separados (se trata de proclíticos).

No se lo he pedido.

Espero que se lo digas antes del sábado.

  • Los pronombres de segunda persona van delante de los de primera. Los pronombres de primera o de segunda persona van siempre delante de los de tercera. Se precede a todos los pronombres, tanto en oraciones reflexivas como impersonales.
Segunda persona Primera persona Tercera persona
Se Te Me Le/ lo/ la
Os Nos Les/ los/ las

Se me ha caído una muela.

Rómpele la cara a ese imbécil. Rómpesela.

De las condiciones expuestas más arriba resulta que el pronombre de complemento indirecto siempre precede al de complemento directo.

melo.

Él me lo ha dicho.

4 Alteraciones fonéticas

  • Si la oración requiere dos pronombres átonos: uno de complemento directo en tercera persona (lo, la, los, las) y otro de indirecto (le, les), el indirecto pasa a se; así se evitan las formas cacofónicas (le lo, le la, etc.).
Formas imposibles Formas correctas
Le / les + lo Se lo
Le / les + la Se la
Le / les + los Se los
Le / les + las Se las

Se lo he dicho tres veces y no me hace caso.

selo a ella.

En este caso, se tiene función de complemento indirecto.

  • En imperativo, la primera persona del plural pierde la s si ha de ir seguida del pronombre nos.

Ayudémonos los unos a los otros. (Y no ayudémosnos.)

Pongámonos a estudiar. (Y no pongámosnos.)

  • La primera persona del plural del imperativo pierde una s si va seguida de se.

Ellos nos han hecho daño, hagámoselo a ellos. (Y no hagámosselo.)

Pongámoselo fácil. (Y no pongámosselo.)

  • Las primeras personas del plural pierden la s si van seguidas de la forma enclítica os: rogámoos (y no rogámosos), comprenderémoos (y no comprenderémosos).
  • La segunda persona del plural del imperativo pierde la d si va seguida del pronombre os.

Colocaos en vuestro sitio. (Y no colocados.)

“Proletarios del mundo, uníos.” (Y no unidos.)

El verbo ir es una excepción: se dice idos; también es usual la forma iros en el registro popular.

  • La forma sal, imperativo del verbo salir, no pierde la l aunque sigan le o les. Se escribe salles, pero no se pronuncia elle, sino ele, pausa, ele. Es una forma verbal incómoda y se evita.

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