Fachoso popular y hortera popular se aplican a quienes visten de forma llamativa y pasada de moda, es decir, son personas con un sentido estético particular.
No seas hortera; esos zapatos de tacón alto no se llevan con chándal.
Un pintas popular es alguien con mal gusto que hace de su ropa un signo de identidad.
¿A quién se le ocurre ir a una boda con un sombrero de cow-boy? Ese tío es un pintas.
Una mujer vestida como una niña con vestido de domingo (volantes, lacitos, color rosa…) y, en general, los objetos que siguen esa estética son cursis o quecos popular; es evidente un afán de elegancia y refinamiento, pero el resultado es ridículo.
Es tan cursi que ha pintado su habitación de color rosa.
De algunas cosas se dice que hacen gitanaco , es decir, que siguen el sentido estético de los gitanos: relojes de pulsera de oro, cadenas gruesas de oro, camisas de telas que brillan… El adjetivo también se puede aplicar a la persona que usa esos objetos. En la misma línea está la expresión ser un calorro (un caló es un gitano).
No seas gitanaco y quítate esa pulsera.
La ropa que llevan algunos gitanos hace lolo : camisas de lunares con volantes, chaquetas con solapas de pico, el cuello de la camisa abierto hasta el ombligo… De hecho, Lolo es un diminutivo de Manolo, que es el nombre del tópico de hombre inculto, aficionado a los bares, al fútbol y a una estética agitanada en su vestimenta y en la decoración de su coche, el tópico de mujer que le corresponde es la Maruja (diminutivo de María).
Esa camisa hace lolo.
Una pescadera o una verdulera es alguien que habla a voces, como las vendedoras de los mercados para llamar la atención de los que pasan. Estos términos se pueden aplicar a hombres o a mujeres.
Lo eché del bar y empezó a gritar como una verdulera.