Llamar crío a un niño, a un adolescente o a un adulto puede ser ofensivo, ya que acusamos a alguien de comportarse de forma infantil e inmadura:
Tienes 40 años y te comportas como si tuvieran cinco: eres un crío.
En cuanto a los adjetivos, infantil se usa en el mismo sentido; en el registro formal disponemos de pueril.
No seas infantil; habla con él y aclara las cosas.
Su manera de actuar es pueril.
Crío y chaval son en principio nombres sinónimos,
Marisa tiene un chaval educadísimo.
Marisa tiene un crío educadísimo.
Sin embargo, decirle a un abuelo que está hecho un chaval es un halago, mostramos nuestra admiración porque conserva la vitalidad de la juventud.
A sus 87 años está hecho un chaval; cada noche se va de juerga con sus amigotes.(Un amigote popular es el amigo con los que un hombre va a los bares a beber, a pasar el rato, al fútbol…)
Las diferencias de edad entre los miembros de una pareja son motivo de comentarios ofensivos o despectivos. Por ejemplo, si un hombre de 60 años liga con una chica de 18, mayor de edad y dueña de sus actos, ese hombre recibe automáticamente el calificativo de carcamal , viejo o viejo verde . En cambio, si una mujer de 60 años liga con un chico de 18, igualmente mayor de edad, ella es una vieja , un vejestorio o una momia .
Yo no sé qué ha visto esa chica tan joven en ese viejo.
Antiguo se aplica a las personas, hombres o mujeres, que mantienen actitudes o ideas pasadas de moda. En principio, no es un término ofensivo, pero para algunas personas no es agradable saberse fuera de onda.
¡Los calcetines ya no se remiendan, mujer, no seas antigua y compra unos nuevos!
La edad también es una buena fuente de eufemismos.
Véase La vejez