¡Cuántas personas se colocan por encima de los demás! Unos demuestran que tienen más cosas o mejores que los demás, otros confían en su aspecto físico y algunos en su mayor capacidad intelectual o en su mayor experiencia. Unos y otros buscan admiración o respeto.
En general, alguien vanidoso tiene necesidad de ser admirado o se cree con derecho a la admiración por sus cualidades, sus posesiones…
No seas tan vanidoso; no eres el único hombre guapo del mundo.
Alguien presumido o creído popular se alaba a sí mismo, se arregla mucho o se cree muy guapo.
Es muy presumida: solo sabe mirarse en el espejo y hablar de trapos.(Trapos popular se refiere a vestidos.)
En cambio, alguien coqueto dedica muchos esfuerzos a su aspecto físico y a atraer la atención de personas del otro sexo; se usa sobre todo para referirse a mujeres.
Fermina es muy coqueta: sabe sonreír a los hombres y llamar su atención.
Alguien pretencioso o presuntuoso quiere, y no consigue, parecer elegante o rico. También se aplica a cosas.
Esas cortinas son muy pretenciosas, esto no es un palacio.
Es muy presuntuosa: no tiene ni pizca de gusto en el vestir y cree que va elegantísima.
Otras personas presumen de sus logros o de su poder, a ellos se aplica: ser (un) fanfarrón , ir de sobra(d)o popular, ser un fantasma popular, ser un fantasmón popular o ser un fantoche popular.
¿Tú has ligado con Daniela? No me lo creo, eres un fantasma.
Orgulloso , altanero formal, engreído formal, soberbio formal se refieren a personas que se consideran superiores, y por eso muestran su desprecio a los demás o no se relacionan con ellos.
Es tan orgulloso que no aceptará tu ayuda, aunque la necesita de verdad.
No confundamos este valor de orgulloso con la expresión estar orgulloso de alguien o de algo es un sentimiento más que saludable: es la satisfacción que alguien siente por cosas que considera suyas.
Hijo mío, me siento muy orgulloso de ti, ¡bien hecho!
Petulante formal se aplica a alguien que se muestra convencido de una opinión y desprecia la de los demás.
Nunca reconocerá que no tiene razón, es muy petulante.
En cambio, alguien pedante demuestra sus conocimientos ostentosa o inoportunamente; también se aplica a las palabras en sí.
Es un pedante: tiene que demostrar constantemente que sabe más que los demás.
Para ser prepotente formal hay que demostrar, de forma poco educada, que se tiene más poder que los demás. En el registro popular se usa chulo .
El tío prepotente me metió un billete de cien euros en el bolsillo y me dijo que me callara.