La religión católica considera que jurar es pecado, porque es “afirmar o negar una cosa poniendo por testigo a Dios, en sí mismo o en sus criaturas”. Y el nombre de Dios no debe utilizarse en vano, según los principios de esta religión. Cuando juramos, mencionamos también la cosa por la que se jura precedida de la preposición por. Normalmente, se jura por Dios, por alguien querido que ha muerto o por la salud de alguien vivo:
Te lo juro por Dios.
Me lo juró por sus muertos.
Se lo juro por la gloria de mi madre. (Jura por el descanso eterno de una persona fallecida.)
¿Me lo juras por la salud de tus hijos?
Otra forma de asegurar algo es sugerir un castigo divino instantáneo con que + subjuntivo.
Si esto no es verdad que me parta un rayo ahora mismo.
Te lo devolveré, que muera aquí mismo si no es verdad.
Cuando se ruega algo a una persona, se utiliza la misma fórmula: por + algo querido, respetado, sagrado o valioso. Algunas fórmulas fijas: por el amor de Dios popular, por tus muertos popular, por lo que más quieras popular, por tus muelas eufemismo.
Por el amor de Dios, di algo.
Te lo pido por lo que más quieras, déjamelo.