¿Qué es un eufemismo?

No siempre es fácil llamar a las cosas por su nombre, de hecho, para muchas personas algunos conceptos son ofensivos y para nombrarlos escogen términos que resultan más suaves, en definitiva, libres de ofensa. El sexo y las relaciones sexuales son terreno abonado para los eufemismos, sobre todo en una sociedad que durante muchos años estuvo sujeta a una rígida censura religiosa. Pero otras cuestiones delicadas también se esconden tras eufemismos: la pobreza, la invalidez o la vejez.

Pobreza y miseria son términos del lenguaje estándar, en ningún caso sospechosos de vulgaridad, pero un político en el gobierno no dirá: Quedan importantes zonas de pobreza en este país, sino Intentamos resolver las desigualdades sociales y económicas. La pobreza hace atrasado y antiguo, miremos las cosas con gafas de color de rosa.

Una persona con todo o parte del cuerpo paralizado es un inválido, pero no lo llamemos así, inventemos otras formas: minusválido, discapacitado, incapacitado y disminuido físico, ojalá con esta argucia el inválido pudiera volver a andar, pero no es así, solo miramos hacia otro lado. Verdaderamente, ¿qué es más ofensivo?